Escuela de Verano 2018

La Escuela de Verano fue organizada una vez más por INTBAU y el Premio Rafael Manzano de Nueva Arquitectura Tradicional, y fue posible gracias al apoyo del Richard H. Driehaus Charitable Lead Trust (mediante una donación a la Chicago Community Foundation para el Richard H. Driehaus Charitable Fund), de la Fundação Serra Henriques y de Kalam. Igualmente importante fue la colaboración de la Câmara Municipal de Marvão, la Junta de Freguesia de Beirã, la Asociación A Anta, también de Beirã, e Infraestructuras de Portugal, todos ellos con una atención e implicación constantes. También colaboraron un buen número de universidades portuguesas y extranjeras, que aportaron docentes, conferenciantes y alumnos: la Escola Superior Gallaecia, el Instituto Universitário de Lisboa (ISCTE-IUL) y la Universidade de Évora (Portugal), la Pontifical and Royal University of Santo Tomas (Filipinas), las escuelas de arquitectura de la Judson University, la University of Miami y la University of Notre Dame (EEUU), la Universidad Alfonso X el Sabio, la Universidad de Castilla-La Mancha y la Universidad Politécnica de Madrid (España) y el Centro de Investigación de Arquitectura Tradicional (CIAT-UPM).

Los participantes, de diversas procedencias, edades y perfiles fueron: Mary-John Blevins, Deyglis Castillo, Laura Celeste Beltrán, Elizabeth Connaughton, Inti Carina Dohle, Luis García-Delgado Ripoll, Chesney Henry, Iria Ibáñez Vilar, Molly Jorden, Rachael Liberman, Saniya Malhotra, Margarida Alexandra Matos Bessa, Andrew Moneyheffer, Miguel Torres Monteiro Afonso, Pedro Paulo Palazzo, Llorenç Pons, Emilio Roldán Zamarrón, Nadia Samir, João Pedro Salvado, Julia Marie M. de Santos, Alexandra Scupin, Vikramaditya Singh Rathore, Natalie Stenger, Alexis Stypa, Alissa Tassopoulos, Mario Vides, Arnost Wallach y Vasco Wemans. Las nacionalidades representadas en este grupo muestran esa gran diversidad: Alemania, Brasil, España, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala, India, México, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía y Venezuela.

El equipo docente estuvo formado por un equipo de profesionales y académicos dedicados a esta materia también en diversos países: José Baganha (INTBAU Portugal), Douglas Duany (University of Notre Dame), Ruth M. Equipaje (Pontifical and Royal University of Santo Tomas – INTBAU Filipinas), Rui Florentino (Escola Superior Gallaecia – INTBAU Portugal), Frank Martínez (University of Miami), Christopher C. Miller (Judson University), y Alejandro García Hermida (Universidad Alfonso X el Sabio – INTBAU España), coordinador y organizador de la Escuela de Verano con la colaboración de Rebeca Gómez-Gordo Villa (INTBAU España). Además, participaron como conferenciantes invitados: Mónica Alcindor (Escola Superior Gallaecia), Fernando Aranda Egido (Kalam), Inês Cabral (Universität Leipzig – Escola Superior Gallaecia), Aurora Carapinha (CHAIA – Universidade de Évora), Joaquim Carvalho (Fundação Cidade de Ammaia), Francisco Javier Castilla Pascual (Universidad de Castilla-La Mancha), Francisco Adão da Fonseca (Fundação Serra Henriques), Alexandre Castro Gamelas y Catarina Santos (INTBAU Portugal), Maria Filomena Gaspar Picado (Beirã), Leopoldo Gil Cornet (Universidad de Navarra – INTBAU España), Kim Hitch (Prince’s Foundation), Jaime de Hoz (Universidad Alfonso X El Sabio – CIAT-UPM), Ana Lima (Escola Superior Gallaecia), Rafael Manzano Martos (INTBAU España), Manuel Montañés García (Kalam), José Luís Possolo de Saldanha (ISCTE – Instituto Universitário de Lisboa), Miguel Reimão Costa (Universidade do Algarve), Harriet Wennberg (INTBAU) y Carol Wyant (Project Manager del Premio Rafael Manzano).

Además de las ya citadas, son muchas las personas a las que hemos de agradecer su colaboración para hacer posible esta Escuela de Verano, pero fundamentales fueron la implicación y el apoyo de José Baganha, Rita Pinto Coelho, Alexandre Resende, Edmundo Silva, Luís Vitorino, Victor Frutuoso, António Borges, António Mimosa, Eduardo Salvador, Lina Paz, Américo Sêco y Rui Florentino en nuestras visitas iniciales a Beirã y en las gestiones preparatorias, antes de que comenzara la propia Escuela. También fundamental, ya durante su desarrollo, fue el equipo de la Asociación A Anta: Ana Paula Sêco, Ana Bela Felício, Catarina Serra, Isabel Silva, Marisa Nunes, Cristina Videira, Fatima Viegas, Ludovina Raposo, y, en general, la población al completo de Beirã que quisieron desde un principio que todo el equipo se sintiera como en casa.

El programa de la Escuela de Verano se estructuró en dos etapas diferentes. La primera, que se desarrolló durante la primera semana, estuvo dirigida a comprender el sitio, su paisaje, su territorio, su historia, su cultura y patrimonio y su situación actual. La mayor parte del tiempo fue dedicado a viajar por la zona, estudiando y analizando los sitios que se visitaron y, sólo durante las tardes, para evitar interrumpir el intenso trabajo de cada día, contamos con conferencias de expertos locales sobre los temas ya mencionados. La segunda etapa, coincidente con la segunda semana, se destinó a aplicar todo lo aprendido durante los días previos a los nuevos diseños que iban a ser propuestos.

Visitamos la población fortificada de Marvão, el sitio romano de Ammaia, la hermosa y animada ciudad de Castelo de Vide, guiados por José Luis Saldanha, la principal ciudad de la región, Évora, con la guía de Aurora Carapinha, y Elvas, Estremoz, Terena y Alandroal. El objetivo era comprender y aprehender los diversos tipos de espacio público y tejidos urbanos existentes en estas ciudades, su adaptación a la topografía, al clima, y sus diversas funciones, así como las diferentes características que definen sus cualidades. Secciones, plantas y vistas, así como estudios de detalles concretos, fueron dibujados in situ en cada uno de ellos.

Estas visitas se complementaron con las numerosas conferencias de los invitados ya citadas, todas ellas relativas primero a la región del Alentejo, su historia, su paisaje y su arquitectura, y después, en la segunda semana, presentando diferentes trabajos en los que se hubiera utilizado la tradición local como base para el diseño contemporáneo y que pudiesen inspirar el diseño que se estaba llevando a cabo. Hubo también varias demostraciones de oficios tradicionales de la construcción, como las técnicas del encalado y de los esgrafiados, que pusieron de manifiesto el vínculo que existe entre la continuidad de la arquitectura tradicional y los oficios en los que se apoya.

Sobre la base de todo el estudio previo de la construcción, la arquitectura y el urbanismo del Alentejo, comenzamos a abordar los retos de diseño que nos propusieron desde Infraestructuras de Portugal, la Cámara Municipal de Marvão y la Freguesia de Beirã, como ya se ha comentado.

Dividimos la ciudad en cinco áreas diferentes de forma que pudiéramos trabajar en ellas de forma más detallada dividiendo al equipo en cinco grupos: Centro, Mercado, Ribeira, Bairro Alto y Arrabalde. Centro es el antiguo núcleo de la población. Hoy alberga los espacios urbanos más definidos, pero están deficientemente conectados con la zona colindante a causa de las vías del tren. Nuestro Mercado, que fue el anterior centro de la actividad de la localidad, dispuesto en torno a la estación de tren y sus instalaciones principales, intentaba ya desde el propio nombre que le asignamos resaltar la que fue y podría ser nuevamente su función principal, la comercial, que habría de adquirir ahora una nueva forma y un nuevo propósito. El Bairro Alto está compuesto por calles empinadas que ascienden desde el centro hasta los puntos altos que se encuentran en dirección norte, donde hoy se encuentra el lavadero público. La Ribeira es el área que actualmente separa el núcleo primigenio de población y las instalaciones ferroviarias de las extensiones urbanas más recientes, y está parcialmente ocupada por huertos, que deben permanecer en esta propicia ubicación. Sin embargo, aquí también se necesita colmatar la estructura existente para generar un tejido urbano consistente. Finalmente, Arrabalde es la zona más reciente de Beirã, desarrollada a lo largo de la carretera que conduce hacia Santo António das Areias y Marvão, y necesita ser reconectada con el resto de la población. Además de todo ello, un miembro de cada grupo fue designado para coordinar el trabajo entre los diversos grupos. Estos representantes se reunían con el fin de coordinar las soluciones elegidas para los bordes de los distintos vecindarios y las diversas conexiones entre ellos.

El objetivo: producir un diseño global para el posible desarrollo futuro de la localidad, permitiéndole cambiar de manera exitosa, bella y socialmente integradora, pero también de un modo respetuoso con la cultura local.

La antigua estación, gracias a Infraestructuras de Portugal, volvió a la vida durante esas dos semanas, convertida en aula primero, repleta de tableros y herramientas de dibujo, y en sala de exposiciones después, acogiendo a una buena representación de la población local, que tan calurosa y amablemente nos acogió durante aquellos días, y que acudió, para nuestra alegría, a la presentación pública final del trabajo realizado. Las conferencias y debates que acompañaron esta labor hallaron cobijo en el edificio que albergara antaño su restaurante y que hoy acoge el Hotel Train Spot. Obra de comienzos del siglo XX del fantástico arquitecto portugués Raul Lino, resultó un perfecto modelo para inspirar nuestro trabajo.