Grajal de Campos, León

El municipio de Grajal de Campos ha sido seleccionado por el jurado de este Concurso por plantear un tipo de proyecto que es hoy tan necesario como inusual es su puesta en práctica: poder completar la plaza mayor de un municipio con arquitecturas que sean propias de la tradición local. Se ha valorado especialmente el potencial de este emplazamiento para dar lugar a nuevos diseños arquitectónicos que puedan servir para mostrar que es posible realizar una arquitectura al mismo tiempo adaptada a las necesidades actuales y capaz de dar continuidad a las formas y materiales característicos de la identidad tradicional del lugar, y que puedan mantener la bella jerarquía existente entre los edificios monumentales y vernáculos que componen el conjunto. Se trata, además, del núcleo con menor población entre los elegidos, buscando con ello contribuir también a la preservación de aquellos conjuntos urbanos que disponen de menos recursos y herramientas para tales fines.

El lugar

Grajal de Campos se encuentra en el sureste de la provincia de León, pertenece a la comarca de Sahagún y se encuadra en la zona natural denominada Tierra de Campos. Es una pequeña población de 243 habitantes censados en 2015, con una situación y un paisaje privilegiados y un rico patrimonio arquitectónico, pero en grave riesgo por su notable pérdida de población.

Cuenta en la actualidad, sin embargo, con buenas conexiones, gracias al ferrocarril León-Valladolid y la autovía de León a Burgos. Y está además situado en el Camino de Santiago Tradicional Francés, aunque hoy en día constituye un ramal no tan explotado como la versión más moderna del mismo.

Su relevancia histórica queda de manifiesto al observar el patrimonio que encierra este pequeño pueblo. En él se localizan cuatro elementos que cuentan con la declaración de Bien de Interés Cultural: la Villa y el Camino de Santiago Francés (con la categoría de Conjunto Histórico), el Castillo de Grajal y el Palacio de los Condes de Grajal (ambos con la categoría de Monumento). Su arquitectura monumental comprende también la Iglesia de San Miguel, la Ermita de la Virgen de las Puertas, el Hospital de Nuestra Señora de La Antigua y el Convento de Nuestra Señora de La Antigua.

La importancia histórico-patrimonial de Grajal de Campos no sólo reside en la conservación de los monumentos que en él se encuentran, o del rico patrimonio de arquitectura tradicional que ha llegado hasta nuestros días: el trazado y estructura urbana de la ciudad renacentista que Grajal un día fue, poseen en sí mismos un gran valor cultural. El espacio de la Plaza Mayor y en general la arquitectura residencial del municipio, con la presencia de los tipos constructivos tradicionales de Tierra de Campos, constituyen un conjunto dotado de un carácter aún bastante unitario y coherente que, bien tratado y explotado, puede servir de base para la recuperación y revitalización de la localidad.

Su arquitectura tiene como elemento fundamental la tierra. Desde diversos puntos del pueblo pueden apreciarse cortes en el terreno que fueron durante muchos años la fuente de la materia prima para construir las casas de adobe y de ladrillo de tejar que conforman el núcleo urbano.

Las edificaciones se construyen fundamentalmente con muros de carga de adobe o ladrillo, existiendo además muros entramados en las divisiones interiores. Tienen una altura máxima de dos plantas, siendo casi de igual importancia el volumen construido en el subsuelo, ya que muchas de las casas de este municipio están construidas sobre bodegas excavadas en el propio terreno y en ocasiones cubiertas con bóvedas de ladrillo.

La arquitectura de Grajal de Campos presenta una gran homogeneidad. Los revestimientos tradicionales más comunes son morteros de tierra con abundante paja o morteros de cal de color terroso. Los huecos son de proporciones sensiblemente verticales y en la fachada predomina el macizo sobre el hueco. Las carpinterías son de madera, pintadas principalmente en color almagre, con rejerías y elementos de cerrajería de forja. Aparecen balcones volados de dimensiones muy controladas y hechos de forja. También hay constancia de la existencia de galerías construidas en madera, como la que hubo en el palacio antes de arruinarse. En los espacios públicos principales son muy comunes las plantas bajas con soportales abiertos a la calle, realizados con pies derechos, bien en forma de simples rollizos o bien con madera escuadrada, y siempre apoyados sobre basas de piedra. Las cubiertas son estructura de madera, con mínimo dos aguas y acabadas con teja cerámica que se producía en los tejares del lugar, hoy abandonados y en ruinas.

La propuesta

Revitalizando la Plaza de Grajal de Campos

El municipio de Grajal de Campos ha sido seleccionado por el jurado de este Concurso por plantear un tipo de proyecto que es hoy tan necesario como inusual es su puesta en práctica: poder completar la plaza mayor de un municipio con arquitecturas que sean propias de la tradición local. Se ha valorado especialmente el potencial de este emplazamiento para dar lugar a nuevos diseños arquitectónicos que puedan servir para mostrar que es posible realizar una arquitectura al mismo tiempo adaptada a las necesidades actuales y capaz de dar continuidad a las formas y materiales característicos de la identidad tradicional del lugar, y que puedan mantener la bella jerarquía existente entre los edificios monumentales y vernáculos que componen el conjunto. Se trata, además, del núcleo con menor población entre los elegidos, buscando con ello contribuir también a la preservación de aquellos conjuntos urbanos que disponen de menos recursos y herramientas para tales fines.