Han sido otorgados las dos Becas Donald Gray 2024, organizadas anualmente por la Fundación Culturas Constructivas Tradicionales en el marco de los Premios de las Artes de la Construcción.
Beca Donald Gray de formación con el maestro albañil y tallista de ladrillo Sebastián Pérez
El aprendiz seleccionado para formarse durante un periodo de seis meses con el maestro Sebastián Pérez ha sido José González Pérez. Tanto el aprendiz como el maestro recibirán apoyo económico durante el desarrollo de la formación.
José González Pérez pertenece a una familia que cuenta con numerosos trabajadores de la construcción, especialmente albañiles, con los que ha colaborado desde joven en todo tipo de obras. Esta beca le brindará por tanto la oportunidad de profundizar en los trabajos de diseño, producción y colocación de los característicos elementos de ladrillo tallado de su lugar de origen.
Sebastián Pérez Gómez es maestro albañil y está especializado en la talla de ladrillo de barro cocido. Fuentes de Andalucía, en la provincia de Sevilla, ha sido el telón de fondo de su formación y su desarrollo profesional. Sebastián comenzó a formarse en el oficio a una edad temprana bajo la tutela de su padre, José Pérez Gamero, conocido localmente como “el Sillero». Entre las obras realizadas por Sebastián destacan las numerosas intervenciones realizadas en las fachadas de varias viviendas de Fuentes de Andalucía, donde ha sido el responsable del diseño y la incorporación de elementos ornamentales como pilastras, cornisas, frontones, pinjantes y estípites, todos elaborados con ladrillo de barro cocido tallado.
Beca Donald Gray de formación con el maestro carpintero Max Rutgers
El aprendiz seleccionado para realizar una formación de seis meses con el maestro carpintero Max Rutgers es Paul Schitckhofer. Tanto Paul como el maestro recibirán apoyo económico durante todo el periodo de la formación.
Paul Schitckhofer descubrió su interés por la carpintería después de comenzar sus estudios de Arquitectura, tras darse cuenta de que prefería el trabajo manual en obra. Desde entonces ha participado en diversos proyectos de restauración y construcción de elementos constructivos y de mobiliario, ya sea por cuenta propia o colaborando con otros carpinteros. Entre sus trabajos más destacados se incluyen la participación con Albaola en la reconstrucción de la nao San Juan y del velero Potxua, así como la construcción, junto a Hugo Curiel, de una réplica de un pabellón de madera del siglo XIX para una escuela primaria en Graz.
Max Rutgers, de origen holandés, se sintió atraído por el mundo de la madera desde una edad temprana. Su pasión por el arte, la escultura y el dibujo le llevaron en el año 1994 a formarse en Francia con los Compagnons du Devoir como carpintero de estructuras. Tras unos primeros años en los que realizó todo tipo de trabajos y pequeños encargos, pronto tuvo la oportunidad de acometer importantes trabajos de restauración en edificios patrimoniales y de construir o rehabilitar estructuras de madera de grandes viviendas y masías, así como otras más singulares. Max ha podido afrontar estos y muchos otros trabajos, como la talla de vigas o canecillos de madera, gracias a un profundo conocimiento de su oficio y de las técnicas tradicionales de carpintería.