Feliu Martín Farré

Feliu Martín Farré pertenece a una destacada saga de canteros de Cataluña. Nacido en La Floresta (Lleida) en 1975, representa la tercera generación de una familia que lleva más de noventa años dedicada al trabajo de la piedra. Desde muy joven se formó en el taller familiar, bajo la supervisión diaria de su padre y de su abuelo, en un ambiente en el que el trabajo con la piedra ocupaba el centro de la vida laboral y doméstica. Allí aprendió el oficio como se ha transmitido durante generaciones: mediante la observación y la repetición paciente. Esa formación temprana se ha ampliado con los años a través de una larga experiencia en obra y un compromiso constante con la enseñanza del oficio.

A lo largo de más de treinta años de trayectoria profesional, Feliu ha participado en la restauración de algunos de los monumentos más emblemáticos de Cataluña, como las catedrales de Barcelona y Lleida, los monasterios de Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges, o las iglesias románicas del Valle de Boí. Entre 2000 y 2017 trabajó en el templo de la Sagrada Familia de Barcelona, donde llegó a ejercer como jefe de canteros. Allí dirigió equipos internacionales y se especializó en la compleja geometría característica de la obra de Gaudí, basada en formas cónicas, parabólicas e hiperbólicas que se inspiran en distintos elementos de la naturaleza.

Además de su trabajo en Cataluña, Feliu ha participado también en encuentros y programas de formación en escuelas de Italia y Francia, y ha colaborado en la restauración de la Frauenkirche de Dresde, donde fue representante de Cataluña en el encuentro internacional de “Canteros sin fronteras». Esta dimensión internacional de su trayectoria ha reforzado su visión del oficio como un patrimonio compartido, que trasciende las fronteras y se transmite gracias al intercambio entre maestros de orígenes muy diversos.

Tal como explica Feliu, en los trabajos de cantería –especialmente en intervenciones sobre el patrimonio– la colaboración con otros oficios resulta también esencial. Este entendimiento entre gremios, fundamentado en el conocimiento del oficio y en la atención al detalle bien resuelto, ha sido siempre un pilar de la arquitectura tradicional y sigue ofreciendo hoy en día un modelo eficaz para garantizar la calidad de la construcción en cualquier intervención que se lleve a cabo.

Miguel Ángel Tapia Palomo

Miguel Ángel Tapia es carpintero, escultor y ebanista, además de imaginero y tallista. Se formó en la Escuela de Artes de Valladolid y, desde entonces, ha dedicado su trayectoria tanto a la práctica de los oficios tradicionales de la madera como a su enseñanza. Desde su taller en Valladolid, Aquí se hacen Santos, realiza una obra que abarca desde elementos de carpintería e imaginería procesional hasta mobiliario artístico.

Su acercamiento al mundo de la madera comenzó muy pronto, cuando apenas tenía doce años, en los cursos monográficos de la Escuela de Artes. Fue allí donde descubrió su vocación: a través del dibujo y la escultura se inició en las múltiples técnicas y los oficios vinculados a la madera, desde la talla y la carpintería hasta el dorado y la policromía. Esta formación académica, junto al entorno patrimonial de Castilla y León –con su singular riqueza en retablos, imaginería, artesonados y mobiliario histórico–, consolidaron su dedicación a un oficio que ha marcado toda su vida.

A lo largo de más de tres décadas de trayectoria profesional Miguel Ángel ha realizado un sinfín de obras de imaginería procesional, elementos arquitectónicos, esculturas ornamentales, y mobiliario artístico, muchas veces inspirados en los modelos históricos de los siglos XVI y XVII. Sus piezas han llegado a formar parte del paisaje urbano y devocional de muchas localidades de Castilla y León, y conviven en la Semana Santa vallisoletana con imágenes barrocas de grandes maestros.

Además de su trabajo como artesano Miguel Ángel ha desarrollado una destacada labor pedagógica. Desde 2000 imparte cursos en el Centro de los Oficios de León y en el CEARCAL (Centro Regional de Artesanía de Castilla y León), donde forma a nuevas generaciones de aprendices. Su experiencia como formador, sumada a su implicación en iniciativas como el Instituto Nacional de Cualificaciones (INCUAL) y el programa europeo Leonardo, lo convierten en una figura clave en la defensa y la difusión de su oficio a nivel nacional.

Fiel a los procedimientos históricos pero abierto a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, Miguel Ángel emplea herramientas digitales en las fases previas del trabajo, aquellas que requieren mayor esfuerzo físico o repetición mecánica. Sin embargo, las partes fundamentales del proceso –como la talla propiamente dicha, los ajustes de ensamblaje o los acabados– las ejecuta siempre a mano, con las técnicas y herramientas tradicionales del oficio.

Manuel Monteserín Santín

Manuel Monteserín Santín es un maestro teitador, uno de los pocos artesanos que aún dominan el oficio del techado tradicional con paja de centeno, un saber milenario vinculado a la arquitectura popular de las montañas del noroeste peninsular. Originario de Balboa, una aldea leonesa en la frontera con Galicia y Asturias, su labor se inscribe en un paisaje cultural único, donde aún sobreviven pallozas y hórreos construidos con técnicas heredadas de tiempos prerromanos.

Monteserín llegó al oficio de forma no premeditada, pero encontró en él una forma de vida. Aprendió directamente de los últimos teitadores de la región, como Dositeo de Canteixeira y Ramón de Campo del Agua, quienes le transmitieron los conocimientos asociados a un oficio que requiere una gran dosis de conocimiento técnico, paciencia y precisión. Manuel asimiló con rapidez las técnicas de aquellos maestros ya desaparecidos, y complementó ese aprendizaje con el estudio directo de las construcciones que aún quedaban en pie, con el objetivo de comprender a fondo su lógica estructural.

Su trabajo no se ha limitado a la reparación de cubiertas; ha ejecutado también construcciones de nueva planta, como la Palloza de Chis en Balboa, una obra que él mismo identifica como la más compleja que ha realizado durante su larga trayectoria profesional. En este proyecto demostró que las técnicas tradicionales pueden adaptarse a las exigencias estructurales, normativas y funcionales actuales sin perder su coherencia constructiva. También ha intervenido en castros como los de Santa Tecla o Campo Lameiro. Además, ha restaurado gran cantidad de hórreos y pallozas y construído diversas estructuras de nueva planta inspiradas en la arquitectura tradicional de la región.

El proceso constructivo de estas cubiertas, completamente manual, comienza mucho antes de colocar la primera hilada de paja. El centeno debe sembrarse, recolectarse a mano, secarse y almacenarse con cuidado. Sólo entonces puede emplearse para formar las sogas que se utilizan en la fijación de la cubierta. Las estructuras, por lo general de madera de castaño, se ensamblan con herramientas sencillas –en este oficio se usan principalmente hachas– y se preparan para resistir la lluvia y favorecer la transpiración. El resultado es una cubierta funcional y duradera, capaz de regular la temperatura interior y evacuar el humo sin necesidad de chimenea.

A sus 61 años Manuel Monteserín mantiene una actividad constante, con encargos que llegan tanto de instituciones públicas como de particulares comprometidos con la conservación del patrimonio local. También ha colaborado de forma regular en iniciativas promovidas por administraciones locales y entidades culturales, donde aporta su experiencia en sesiones prácticas centradas en las técnicas de techado y el uso de materiales naturales. Además, ha transmitido sus conocimientos a aprendices directamente en obra, en condiciones reales de trabajo. El entusiasmo con que algunos jóvenes se acercan a este saber y la necesidad de seguir manteniendo el patrimonio construido con estas técnicas hacen pensar que el oficio, pese a las dificultades que atraviesa, tiene futuro.

Juan José Gómez Delgado

Juan José Gómez Delgado es herrero y uno de los principales referentes actuales en la recuperación y la práctica de la rejería tradicional andaluza. Nacido en Lebrija (Sevilla), donde vive y trabaja, aprendió el oficio en la escuela taller creada en esta localidad por el arquitecto Donald Gray a mediados de los años ochenta. Aquella experiencia no sólo le proporcionó una base técnica sólida en el trabajo del hierro, sino que también le inculcó una manera de entender el oficio basada en el respeto a la arquitectura tradicional y a los sistemas constructivos locales, con especial atención a las formas y soluciones propias de la rejería andaluza y, en particular, a los modelos característicos de Lebrija.

Desde entonces ha consagrado su vida a este oficio. En 1995 fundó su propio taller, Forja Lebrija, desde donde diseña y fabrica piezas nuevas de forja, reproduce y restaura modelos históricos y forma a una nueva generación de herreros. Su obra incluye cancelas, rejas, balcones y una gran variedad de elementos ornamentales. Si bien una parte importante de esta obra se encuentra en Lebrija, integrada en su patrimonio urbano y arquitectónico, también ha trabajado en plazas públicas, parroquias, conventos, casas señoriales y otros edificios repartidos tanto por Andalucía como por otras regiones de España.

A lo largo de su trayectoria ha combinado el trabajo de taller con la investigación. En muchos de sus diseños recupera elementos característicos de la rejería andaluza, como las volutas, las roscas y las presillas, así como técnicas tradicionales de forja como el remachado, el anudado o el engarzado. Muchas de estas piezas las crea en la fragua, ayudado de una amplia gama de herramientas manuales características del oficio.

Juan José desempeña también una labor destacada como formador. Desde hace años imparte talleres, charlas y cursos, y ha promovido en Lebrija la creación de un complejo artesanal dedicado a la formación y a la interpretación de la forja tradicional, reconocido como proyecto de especial interés por su valor cultural, social y educativo. En este espacio transmite el oficio a nuevas generaciones de aprendices.

A lo largo de más de treinta años de oficio, su trabajo ha contribuido de manera decisiva a conservar y dar continuidad a la rejería tradicional andaluza. Su obra no consiste únicamente en la continuación de formas heredadas, sino también en asegurar que el oficio siga presente en la arquitectura actual con soluciones coherentes con el carácter de los lugares donde se insertan este tipo de trabajos.

Publicación

Se publicó en junio de 2025 con motivo de la ceremonia de entrega de premios que se celebró en el Campus de Segovia de IE University.

Esta publicación recoge los resultados de la segunda fase del Concurso de Arquitectura Richard H. Driehaus, de los Premios de las Artes de la Construcción 2025 y de las Becas Donald Gray de las Artes de la Construcción 2024-2025, convocados por la Fundación Culturas Constructivas Tradicionales con el apoyo del Ministerio de Cultura y la colaboración de INTBAU España y el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.

Ceremonia de Entrega de los Premios

Descripción de la ceremonia