Premio Rafael Manzano
2024
Juan Luis Camacho se graduó como Arquitecto en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en 1992, y desde entonces ha continuado formándose en campos como la rehabilitación y la restauración del patrimonio. Desde el comienzo de su carrera, ha destacado por una profunda sensibilidad hacia la cultura arquitectónica que ha permitido crear algunos de los mejores conjuntos urbanos madrileños. En 1991 decidió establecer su residencia y estudio en Chinchón, lo que le permitió tener un contacto directo con el entorno rural y urbano de la región, aspecto que ha influido de manera decisiva en su trayectoria.
El conjunto urbano de Chinchón que hoy disfrutamos es en buena medida resultado de su labor callada y continuada, con incontables rehabilitaciones y ampliaciones de sus edificios históricos y con nuevas construcciones que parecen haber estado siempre allí. Entre sus muchos proyectos en Chinchón pueden destacarse la rehabilitación de edificios emblemáticos como la Casa Dusmet, restaurada para albergar la sede de la Fundación Arauco, y el patio y los exteriores del Hotel La Condesa, inspirados en las casas solariegas de este municipio. En cuanto a sus conjuntos residenciales y viviendas de nueva planta, donde siempre ha buscado renovar y actualizar la tradición local con nuevos diseños que la toman como referencia, el que mejor muestra su valiosa aportación, tanto por su escala y su impacto sobre el paisaje urbano del municipio como por su respeto por la memoria del lugar, es el de «La Chimenea», un conjunto de edificios que conforma uno de los mejores espacios públicos creados en la región en las últimas décadas: una plaza que funciona como ágora y una calle peatonal interior que toman como punto de partida las ruinas de un antiguo complejo industrial. En este proyecto se da continuidad a los valores de la arquitectura tradicional de la región mediante una solución mixta de vivienda y comercio, siempre dando prioridad a la creación de espacios comunitarios de calidad.
Además, ha intervenido en importantes espacios públicos de gran valor patrimonial, como la Plaza Mayor de Colmenar de Oreja, donde su trabajo ha contribuido a revitalizar el entorno histórico de esta localidad. Entre sus numerosas obras en este municipio se encuentran nuevamente distintos proyectos residenciales, tanto en el centro urbano como conformando nuevos barrios. En este último aspecto destaca por su carácter modélico el conjunto de viviendas públicas que proyectó por encargo del Ayuntamiento de la localidad: organizado en torno a una atractiva plaza central que toma una vez más como referencia los mejores espacios públicos de la región y diseñado con un cuidado, una variedad y unos detalles que lo alejan de la imagen repetitiva y anónima que suele acompañar a este tipo de proyectos hoy en día.
Sin dejar de hacer uso de cuantas innovaciones técnicas permitan mejorar las prestaciones actuales de los edificios, ha sido siempre un firme defensor de que la verdadera modernidad es la que parte de la tradición propia de cada lugar, sin romper con su legado, y que materiales y técnicas constructivas como el yeso, la madera, la piedra o las cubiertas de teja árabe son fundamentales para construir un futuro mejor. Al optar por estas soluciones, no solo pretende conservar y dar continuidad a los valores estéticos y culturales del lugar, y fortalecer el vínculo entre la arquitectura y el paisaje mediante la integración respetuosa y coherente de las construcciones en su entorno, sino también promover modelos constructivos más duraderos y sostenibles. De esta manera, si bien sus diseños no pretenden llamar la atención, sino trabajar desde lo existente, llenar los vacíos urbanos y dotar a las calles y a las plazas de atractivo y coherencia visual, estos deben ser conocidos y reconocidos como ejemplo de verdadero compromiso tanto con la comunidad como con el medioambiente.
El impacto de Juan Luis Camacho en las comunidades donde ha trabajado va más allá de su labor arquitectónica. Juan Luis es también un ferviente promotor cultural y un defensor comprometido del patrimonio local. Entre 2014 y 2022 ejerció como presidente de la Asociación de Turismo de Chinchón, desde donde organizó eventos culturales que itineraban por edificios de interés y que tenían por fin destacar la importancia y la riqueza de la arquitectura tradicional y el patrimonio de la región. Su proyecto más reciente, Arquitectura y Tradición (AyT), es un reflejo claro de su compromiso con la difusión y la conservación del patrimonio. Se trata de un innovador concepto inmobiliario dirigido no sólo a mantener habitados y bien conservados edificios reseñables, sino también a establecer un vínculo más estrecho entre los posibles propietarios y estas construcciones.